La noche anterior a la preparación, enjuagamos los garbanzos con agua fría y los colocamos en un recipiente amplio. Los cubrimos con abundante agua y los dejamos reposar durante toda la noche. Este paso es fundamental para ablandar los garbanzos y facilitar su posterior cocción.
Al día siguiente, escurrimos los garbanzos y los enjuagamos nuevamente con agua fría. Los colocamos en una olla grande, los cubrimos con agua fresca y llevamos a ebullición a fuego medio. Una vez que hierva, reducimos el fuego a bajo, agregamos una pizca de sal y cocinamos a fuego lento durante 30 a 40 minutos, o hasta que los garbanzos estén tiernos.
Mientras los garbanzos se cocinan, encendemos la hornilla a fuego medio y colocamos una olla grande. Agregamos un chorro generoso de aceite de oliva virgen extra y dejamos que se caliente. Incorporamos la cebolla roja picada y la sofreímos hasta que se torne transparente y aromática, aproximadamente 4 minutos.
Agregamos el ajo molido o picado fresco y continuamos sofriendo durante 1 minuto más, hasta que libere su fragancia irresistible. Incorporamos el tomate rojo picado en cubos pequeños y mezclamos bien para que se integre con los demás ingredientes. Sofreímos durante 5 minutos más, logrando que el tomate libere todo su color y sabor intenso.
Incorporamos los garbanzos ya cocidos y escurridos. Luego vertemos el agua o caldo de pollo a la olla. Agregamos sal al gusto. Mezclamos suavemente para distribuirlos uniformemente todo el contenido.
Una vez que rompa a hervir, tapamos la olla y cocinamos a fuego lento durante 10 minutos, permitiendo que se integren todos los sabores.
Agregamos la acelga o espinaca fresca, previamente lavada y picada. Mezclamos con cuidado para que las hojas se integren con el guiso. Cocinamos durante 2 minutos más, hasta que las hojas estén marchitas pero aún conserven su color verde vibrante.
Probamos el guiso y rectificamos la sal si es necesario. Retiramos del fuego y dejamos reposar unos minutos antes de servir.
Acompaña este delicioso guisado con una ensalada fresca y colorida de tu elección. Puedes optar por una ensalada criolla hecha con cebollas picadas en finas plumas, con ají limo, un buen chorro de limón y culantro fresco finamente picado.